martes, 3 de enero de 2012

Año nuevo, vida nueva


¿Cliché? No sé, pero era hora de un cambio, así que me anoté en la Clínica Ravenna. No sé cuál es la política de pasado de chivos en los blogs, pero bueno, tampoco voy a andar hablando en código. La dieta es cero harinas, cero azúcares, cero alcohol. En un mes y medio debería estar en mi peso, según la nutricionista que me atendió esta mañana. Estoy pesando 68,5 kg y debería bajar hasta 63.

Hoy hice la dieta tal como me la indicaron, y me pedí unas viandas para congelar y que me saquen de apuro. Salen un huevo, pero son ricas y prácticas. Se supone que los primeros dos días son los más duros. Uno está enviciado de harina, sal y azúcar, y al cortar con eso, uno se pone abstinente. Debo decir, de todas formas, que no pasé hambre ni estuve muy ansiosa, veremos mañana.

Se me vienen unas semanas de agenda social agitada, por lo cual intuyo que el verdadero desafío no va a ser disciplinarme con la comida sino no chupar. La minita me dijo que si estuviera más avanzada en el descenso, podría tomar alguito, en moderación, en reemplazo de otras calorías, pero dado que recién arranco, el riesgo de abandono es alto, y no me puedo dar el lujo de no hacer las cosas al pie de la letra. Así que mucha coquita light y a aguantarse!

Aprovechando que es mi primer entrada del mes, voy a pasar en limpio algunos objetivos para este enero que comienza. Las metas de diciembre claramente no cumplí ninguna, pero no por ello voy a abandonar el método. A ver:
  • No tener que recurrir a la ropa de gorda que tengo archivada en bolsas, que no me quiero volver a poner nunca más. Aguantar la coyuntura mientras empieza a surtir efecto la dieta.
  • No abandonar la dieta que me dieron en la clínica. Estoy pagando mucha plata, así que más vale que lo aproveche. 
  • Retomar el gimnasio y trabajar en adquirir un hábito (dicen que se requiere 21 veces de reiteración para que se produzca acostumbramiento, no sé dónde leí eso...).

Noto que mi nivel de convencimiento de que voy a poder seguir regularmente este plan sin hacer trampa es de un 89%. Es decir, alto, optimista, pero no total. Pero bueno, me falta todavía sentir el llamado "efecto éxito": cuando en un par de días me sienta mejor y más desinflada, quizás llegue el último empujón para embalarme 100%. Wish me luck!


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