jueves, 12 de enero de 2012

Sigo bajando (pero que no se note!)


  • Bueno, ayer anoté 65,9 kg en la tablita semanal.
  • Descenso total de la semana: 2,6 kg. Bien.
  • Y mi peso esta mañana fue: 65,4 kg. Otros 500 gramos más. Bien, bien.
El año pasado el nutricionista me había dicho que mi peso normal era fluctuar entre 64 y 66, por lo cual estoy en mi peso, supuestamente. Esta vez la minita de Ravenna me puso como objetivo 63 kilos, un poquito menos, así que todavía no llegué. Y es lógico, hace una semana que empecé la dieta, después de todo, no?

La verdad es que, aunque me noto mucho mejor, más desinchada, menos obesa, no me siento mucho mejor con mi imagen. Definitivamente no me siento como me sentía el año pasado cuando estaba en este peso. Será que ahora ya no me conformo con poco, ahora sé que puedo estar mucho mejor. No sé. Es preocupante, porque parte la gracia de adelgazar es volver a sentirme bien en mi propia piel, quererme un poco más. Ello no ha sucedido todavía. No paro de hacer chistes de gorda hacia mi misma y otros comentarios auto-denigrantes.  Oculto que estoy a dieta, y si alguien nota que no estoy comiendo mucho, digo “no, es que ya comí en casa”, y a los que se dan cuenta que estoy más flaca, les digo que es una ilusión óptica, que debo estar reteniendo menos líquidos, pero que mi peso sigue igual. Supongo que es para no ponerme tanta presión, pero al mismo tiempo sé que en parte tiene que ver con no reconocer que me puse muchos kilos, es decir, para minimizar a los ojos de los otros lo que tengo que bajar.

No me miren!!
Como ya dije en otro post, la mirada de los otros me jode sobremanera. Me ven fluctuar, me ven rebotar, me ven fuera de control. Se nota. Y odio que se note. Odio mostrar vulnerabilidad. En cierta forma, bajar mucho de peso es también atraer atención sobre mi, sobre lo que había subido (como si nadie se hubiera dado cuenta, qué esperanza…).

Pero bueno, sigo bien, motivada, y las salidas que tuve no me llevaron puesta. Sí, es cierto que hice trampa porque chupé, pero compensé comiendo muy muy poco. Sé que no es lo más sano del mundo alocar calorías al alcohol en vez de a la comida, pero bueno, es lo que decidí hacer.  Y por suerte la balanza me sigue acompañando. Este finde siguen los eventos sociales, el viernes y el sábado a la noche. Ughhh…

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