lunes, 18 de junio de 2012

Under 70!


Felizzzzz porque esta mañana la balanza me devolvió un 69,9 kg. Los put*s 70 me estaban empezando a frustrar. Sé que 100 gramos es un margen un poco escueto, y que con hacer un pis menos todavía estaba en la decena anterior, pero no me importa, los voy a festejar igual! Estoy intentando no ver las cosas en términos de blanco y negro. No quiero pensar más en términos de flaca = feliz, contenta con mi cuerpo, mientras que gorda (incluyendo en descenso) = odio hacia mi persona, vergüenza, etc. El disgusto con el propio cuerpo puede servir inicialmente para tocar fondo y empezar a hacer algo al respecto, pero no puede ser el driving-force del descenso. Hay que quererse durante el descenso también. Hay que tomar las pequeñas victorias y valorarlas. Tengo que mirarme al espejo y no pensar “mierd*, cuánto que me falta”, sino “mirá, está empezando a aparecer la cintura”. Easier said than done, though. Pero bueno, tranqui, voy aprendiendo.


El fin de semana estuve muy prolija, pero tampoco tuve muchas tentaciones porque prácticamente no salí de casa. Este frío, más la lluvia, no eran exactamente propicios para actividades outdoor. Las únicas salidas que hice fueron, el viernes al teatro y el sábado a los gordos. Al programa teatro fui ya cenada, a pesar de que empezaba a las 9.10. Si no, sabía que íbamos a terminar en Las Cuartetas o alguna cosa así. Después de la obra fuimos a tomar café, y ni siquiera me comí la galletita que te dan (que se veía muy bien). El sábado fui a los gordos, y después me quedé a la gimnasia. Fue toda una revelación, porque me di cuenta qué triste que es mi estado físico. A pesar de que hace dos semanas estoy reconectándome con mi cuerpo, yendo a Pilates, mirándome un poco más, no me había dado cuento el estado de atrofiamiento que cargo. La clase que tomé era tipo para bailar cachengue (ughhh!), frente a un espejo gigante. Conclusiones a las que llegué: 1) no tengo ni un cachito de gracia para moverme, soy literalmente de madera, aún cuando le re pongo onda; 2) gordos de miles de kilos se movían con más destreza que yo; 3) a los 15 minutos no daba más, por lo tanto, todo bien con Pilates, pero necesito ejercicio aeróbico urgente. Hoy tengo la noche libre. Me avendré a ir al gimnasio? No se pierdan la respuesta, en el próximo capítulo... 




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