Bueno, respiro más tranquila, hoy bajé un poquito: 67,2 kg. Ayer me hizo bien ir a la reunión de los gordos. Necesitaba realmente una cachetada que me volviera a poner a tono. A pesar de que en ningún momento pensé seriamente en tirar todo por la borda, ya estaba empezando a pel*tudearla. Adelantando los horarios de las comidas, agregando cositas, comiendo afuera sin dividir en dos la porción, etc. El descenso de esta mañana me hizo muy bien como motivación para redoblar esfuerzos, pero sobre todo me cambió el humor. Después de 10 días de estancamiento, arrancar el día con esa buena noticia me predispuso de otra manera. Mejor humor, menos dramatismo. Estoy lista para seguir en carrera, y este fin de semana me voy a probar los jeans chupines. Tengo dos pares de chupines, que me compré pesando alrededor de 65. Me los seguí poniendo a medida que aumentaba, hasta alrededor de los 67, y luego creo que no entré más. Ya puede que entre en uno de ellos, el más blandito, aunque no en el otro, que es más oscuro y de tela más dura. Parecerá re estúpido, pero pensar que pronto voy a volver a entrar en esos jeans es todo un hito. El peso que me resta bajar para entrar cómodamente es mínimo y aún así lo veo como un tocazo. Y son dos kilos. Me preocupa que me sigo viendo horrible, empezamos de nuevo con esta historia: más bajo, más me miro, más duramente me juzgo, y mi autoestima no sube en proporción equivalente al peso descendido. El sábado voy a ver si me quedo al taller de imagen corporal, así laburo un poquito este tema. Y seguiré yendo a Pilates, a ver si marcando un poco la musculatura me veo más linda. Por ahora si estoy marcando músculos, todavía están enterrados abajo de bastante grasa. Pero cuando baje un poco más, LA pucha que voy a quedar de 10! Ja!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dejame un mensaje!