Fui a la clínica y denuncié mi peso en la puerta, pero en el grupo no tenían mi peso anterior, así que no supe exactamente cuánto había bajado en la semana. Dije que creía haber bajado entre 800 gramos y un kilo, algo así. Y es que ultimamente estoy tan pendiente de las fluctuaciones diarias que ya no me acordaba de mi peso del miércoles pasado. Acabo de repasar el post del miércoles pasado, y resulta que estaba en 69,2 kg. Es decir, que en una semana bajé 1 kilo 400 gramos. No es moco de pavo! Equivale a haberme toda esta manteca del cul*o:
Moraleja: una vez más, tengo que bajar la ansiedad, alejarme del objeto y obtener un poco de perspectiva. Cómo cuesta, mamita querida... Para recapitular: he bajado 4 kilos 200 gramos desde que arranqué, lo que más o menos luce así:
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500 + 500 + 200 + 200 = 1,4 kg! |
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Un montón de manteca! |
Respecto de mi cuarto y último desafío de la semana, finalmente no tuve que someterme a esa prueba. El almuerzo de laburo super gordo que anticipaba se canceló, al igual que otro almuerzo con amigos al que le tenía un poco de miedo. Así que salí invicta de mis sucesivos escollos.
Ahora, el almuerzo de amigos se pasó para mañana y el de laburo para el martes que viene. No es que ya pasó el peligro del todo, sino que solo se pospuso. Pero no sé por qué eso me da un poco más de relax. Como que la semana que viene voy a estar más fuerte para afrontar esas tentaciones. Qué bolud*a, no?
Bueno, se viene un fin de semana largo y tengo que prepararme. No tanto para el fin de semana en sí, que no me representa muchas tentaciones (fundamentalmente porque no voy a ir de mi vieja). Pero voy a ir a la clínica el domingo o el lunes, así sigo enganchada y me mentalizo para la semana que viene, así afronto mis sucesivos almuerzos gordos con un poco más de fuerza de voluntad.
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